sábado, 18 de mayo de 2019

Perdón


Mis costillas
se multiplican
y sigo soñando
con un removedor
de culpa.

Una mujer
me sonríe
y otra bella
me ignora.

Mis pastillas
esperan
todas juntas
en la farmacia
y el doctor
se guarda la firma.

Voy a los tumbos,
de tumba
en tumba.
 
Me río
como nena tonta
y me doy un atracón
de galletitas.

Pasaron ya
cinco años
delante de mi cara.

La gente
se tatuó
biombos
en los brazos.

Siento un bienestar
sospechoso.

No recuerdo
la última vez
que sentí
una saciedad
tan exacta
como hoy.


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