martes, 13 de febrero de 2018



Hay un mar que se retira.
Hay un mar
que se retira
y no se oye.
Hay un mar
que trae consigo
huracanes
y los deja
en la puerta.
Hay un mar común
que trae olas
y restos.
Un mar que ahoga.
Un mar seco.
Pero hay otro mar.
Un mar
que no conoce
puertas
ni ventanas.
Un mar
que trae demonios
de regalo
y los despierta.
Un mar
que arrasa lento
como un diablo
de felpa
y se va
callado
en silencio
sin cerrar
la apuesta.



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