martes, 6 de mayo de 2014

Detalle del alma

Vi a La Muerte.

Quemaba.

Me habló,
no contesté.

Vi a La Muerte.

Eco,
vacío que llenaba todo.

Sus ojos,
huecos,
agujeros,
puntas,
me desafiaron.

El ruido del dolor
era mudo
como el abismo que habita,
que habito.

Y callé.

Me acarició.

La miré
como quien se ve a sí mismo en el espejo.

Sonreí,
no tuve miedo.

Me vi
y me tragué.

La vi
y la ignoré.

Porque conoce a los muertos.

Y los saluda.




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