La niña herida
está al acecho
oculta detrás de los árboles.
La niña herida
con surcos de lágrimas
en sus mejillas.
La niña herida
que es muda
pero fulgura los ojos.
La niña herida
que anda descalza
y lleva el mismo vestido sucio
de sábana blanca.
La niña herida
no olvida
que el corazón
-negro como sus labios-
se ha cerrado para siempre.
La niña herida
espera detrás del silencio
-ya no tropieza-.
La niña herida
conoce el no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario